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¿Es mejor el alimento alto en proteína para tu mascota? La realidad del alimento para mascotas es que debe ser balanceado. Aunque la proteína necesita ser parte de ese balance, demasiada cantidad puede no ser lo mejor para tu mascota. Es imprescindible que los dueños de las mascotas comprendan la importancia de la proteína, y también sepan qué otros ingredientes buscar en los alimentos para perros y gatos.
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La pancreatitis es una enfermedad bastante frecuente en perros y suele asociarse a incidentes como que los perros asalten el cubo de la basura y encuentren restos de comida como trozos de carne. Aunque la pancreatitis en perros puede ser una enfermedad grave, si se detecta pronto y se trata, muchas mascotas se recuperan rápida y totalmente. Sigue leyendo para saber más sobre qué es la pancreatitis, algunos signos de que tu perro puede tenerla y qué puedes hacer si la sufre..
El páncreas es un órgano plano y lobulado situado en la parte anterior del abdomen, cerca del estómago. El páncreas tiene dos funciones principales: producir insulina y enzimas digestivas. La función endocrina del páncreas la llevan a cabo células que producen insulina. La función exocrina la realizan células que producen enzimas digestivas. Estas enzimas digestivas se liberan en los intestinos para ayudar a descomponer los alimentos.
Dado que estas enzimas descomponen de manera indiscriminada, el páncreas dispone de múltiples mecanismos de seguridad para intentar garantizar que no se activen prematuramente. La pancreatitis es una enfermedad en la que fallan estas medidas de seguridad y las enzimas se activan demasiado pronto, digiriendo esencialmente el páncreas y provocando una inflamación. Las enzimas digestivas también pueden acabar filtrándose al torrente sanguíneo, donde pueden llegar a otros órganos y causar daños. Sin embargo, lo más habitual es que el páncreas inflamado resultante se manifieste a través de una serie de signos y síntomas diferentes, como dolor intenso, vómitos y falta de apetito.
El dolor de estómago en los perros puede manifestarse mediante un estiramiento excesivo, que se parece mucho a una reverencia con la cabeza inclinada y el trasero levantado. La pancreatitis en perros puede ser una enfermedad muy grave, y su gravedad puede variar, pero no siempre poner en peligro la vida de tu mascota. Sin embargo, es importante que consultes al veterinario si sospechas que tu perro se está estirando debido a un dolor de estómago.
No se conocen bien los desencadenantes exactos de la pancreatitis en perros ni en las personas ni en otros animales. Sin embargo, lo que se sabe relativamente bien es que, sean cuales sean los desencadenantes, hay un punto final común en el que las enzimas digestivas se liberan prematuramente.
La mayoría de los casos de pancreatitis en perros son repentinos y agudos por naturaleza, y generalmente tienen que ver con incidentes en los que un perro ha ingerido mucha comida grasa. En estos casos, tu veterinario puede señalar un único incidente como el responsable de los estragos, como un exceso de sobras grasientas y con salsas en una reunión familiar, o un perro que ha asaltado la basura. Aunque los signos pueden ser algo más sutiles, también puede producirse una pancreatitis crónica.
Los cachorros pueden necesitar varias visitas de vacunación durante su primer año. Los perros adultos suelen beneficiarse de revisiones anuales, mientras que los perros mayores o con necesidades especiales podrían requerir visitas más frecuentes.
Los perros sospechosos de tener pancreatitis pueden presentar vómitos, letargo y un abdomen doloroso, pero los signos clínicos pueden ser más imprecisos. La pancreatitis puede ser leve o grave. Los perros levemente afectados pueden experimentar deshidratación, ligera inactividad o una postura encorvada anormal (debido al dolor abdominal). Otro signo clásico de dolor en la zona del páncreas es que los perros adopten la postura de una especie de reverencia sin motivo. En el extremo opuesto del espectro, los perros gravemente afectados pueden presentar los siguientes signos clínicos:
Cualquier perro puede desarrollar pancreatitis, y los perros de mediana o avanzada edad tienen mayor riesgo de padecerla. Los perros con sobrepeso también presentan cierta predisposición, según Animal's Health, junto con los perros diagnosticados de hipotiroidismo, diabetes mellitus, enfermedad de Cushing e hiperlipidemia. Algunas razas, como los pastores alemanes también son más propensas a desarrollar pancreatitis crónica. Esta raza también es propensa a otro problema pancreático llamado insuficiencia pancreática exocrina (IPE). En este caso, el páncreas no produce suficientes enzimas digestivas, por lo que los animales no pueden digerir los alimentos con eficacia. Esto significa que suelen estar delgados y en mal estado, aunque coman vorazmente. Aunque la IPE puede surgir por sí sola, también puede estar causada por una pancreatitis crónica debida a daños en las células, por lo que ambas suelen ir de la mano.
Los cocker spaniel, silky terriers y caniches mini presentan un mayor riesgo de pancreatitis aguda. Afecta por igual tanto a machos como a hembras. Aunque cualquier perro puede desarrollar pancreatitis, la mejor forma de evitar que un perro desarrolle esta grave enfermedad es evitar darle de comer sobras grasientas.
Llegar a un diagnóstico de pancreatitis en perros puede ser bastante complicado, ya que los signos clínicos son muy imprecisos. Tu veterinario puede recomendarte varios tipos de análisis de sangre y pruebas por imagen, como, por ejemplo:
Los perros con pancreatitis aguda suelen requerir hospitalización para fluidoterapia, medicación para el dolor y los vómitos, y otros cuidados complementarios. Además, es esencial hacer que estos perros coman lo antes posible una vez que su estado sea estable, ya que se ha demostrado que esto acelera la recuperación. Como estos perros no suelen encontrarse bien y, como es comprensible, no suelen tener mucho apetito, tu veterinario quizás recomiende la colocación de una sonda de alimentación temporal para garantizar que se cubren sus necesidades calóricas hasta que se recupere un poco. Aunque la mayoría de los perros se recuperan con éxito de los episodios de pancreatitis aguda, esta enfermedad puede poner en peligro su vida y las mascotas pueden deteriorarse rápidamente a pesar de un tratamiento rápido y adecuado. Los analgésicos son una parte importante del tratamiento porque la enfermedad es muy dolorosa. Si tu veterinario sospecha que tu mascota tiene pancreatitis, puede recomendarte que cambie a un alimento para perros de alta digestibilidad y bajo contenido en grasa para evitar episodios recurrentes o brotes.s.
El pronóstico de los perros con pancreatitis es difícil de predecir. La mayoría de los perros recuperan la salud y superan esta enfermedad, a menos que estén extremadamente enfermos cuando llegan al hospital veterinario. Aunque tu perro requiera una estancia hospitalaria prolongada, esto no es necesariamente un indicador de que no vaya a recuperarse de esta enfermedad. Los mejores resultados se asocian a una intervención veterinaria rápida, así que, si detectas signos clínicos de pancreatitis en perros, no esperes a ver si se resuelven por sí solos.
El pronóstico de los perros con pancreatitis aguda o crónica más leve suele ser mejor, sobre todo si se introducen algunos cambios en el estilo de vida. Tú veterinario quizás te recomiende cambiar a alimentos bajos en proteínas y grasas (ya que ambos son potentes estimuladores de la secreción pancreática), junto con la adición de antioxidantes y un programa para mantener un peso saludable. Sin embargo, es importante comprender que pueden producirse brotes de vez en cuando, incluso con una buena respuesta al plan de tratamiento de tu veterinario. Con un poco de paciencia y trabajo en equipo con tu veterinario, además de ser capaz de reconocer los primeros signos de advertencia de un problema, puedes dar a tu perro una gran oportunidad de llevar una vida relativamente normal y sana.
La Dra. Laci Schaible es veterinaria de pequeños animales, periodista veterinaria y una referente en el sector. Obtuvo su Doctorado en Medicina Veterinaria en la Universidad Texas A&M y su Maestría en Estudios Jurídicos en la Universidad Wake Forest.
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