La papada y los ojos hundidos le dan a este perro una expresión digna y triste. El pelaje es corto, bastante duro al tacto, y presenta una de tres posibles combinaciones de colores: negro y fuego, hígado y fuego, o rojo. Algunos sabuesos negros y fuego son predominantemente negros, excepto por algunas manchas fuego en las patas y la cara. Los sabuesos machos adultos generalmente miden entre 63 y 68 cm de altura, aunque algunos llegan a medir hasta 81 cm. Su peso oscila entre 40 y 60 kg (90 y 130 lb). Las hembras miden en promedio entre 58 y 63 cm (23 y 25 lb), pero algunas alcanzan los 71 cm (28 lb). Su peso promedio es de 36 a 45 kg (80 y 100 lb).

El sabueso es un animal gentil, paciente, noble y de carácter apacible. Es especialmente bueno con los niños y es conocido por su excepcional tolerancia con los pequeños que se le suben encima. Por lo general, también se lleva bien con otros animales. Sin embargo, tras este comportamiento apacible se esconden profundas vetas de determinación e independencia. Un sabueso tiene mente propia y tiende a tomar sus propias decisiones en lugar de obedecer las órdenes de su dueño. Esta tendencia es especialmente evidente si el perro ha detectado un olor interesante; si eso sucede, se mantendrá firme en su determinación de seguir el rastro lo más lejos posible. El sabueso es uno de los perros más melodiosos. Puede interpretar arias caninas completas que incluyen expresivos ladridos, aullidos y gemidos.

Los sabuesos pueden ser maravillosos compañeros caninos, pero también pueden representar un gran desafío. Maduran con relativa lentitud: llegan a la adolescencia alrededor del año y no alcanzan la madurez completa hasta al menos los dos años. Durante esa etapa, es probable que el sabueso sea bullicioso, torpe, curioso ante cualquier olor interesante y no tenga miedo de comer nada que huela bien. Esta tendencia a comer incluye objetos inapropiados como controles remoto de televisión, toallas, pilas y asientos de coche, lo que resulta en una costosa cirugía posterior a la degustación para eliminarlos. La larga papada de este perro lo convierte en un babeador prodigioso, y con un rápido giro de cabeza, puede arrojar la baba hasta a 6 metros de distancia. La tenacidad e independencia del sabueso pueden dificultar su adiestramiento. Se necesita paciencia y constancia para enseñarle buenos modales básicos. No suelte a su sabueso de la correa, excepto en un área cerrada y segura. Un olor interesante provocará una persecución tenaz que hará que el sabueso sea inmune a las órdenes de su dueño. Sin embargo, el sabueso es una raza enérgica que necesita mucho ejercicio, especialmente de cachorro. Al igual que otros perros grandes, su esperanza de vida es relativamente corta, unos 10 años.

El sabueso tiene una larga y noble historia. La raza fue perfeccionada en el siglo VII por San Huberto de Bélgica y sus monjes. Desde entonces, estos perros se han asociado frecuentemente con la realeza. Guillermo el Conquistador trajo consigo varios sabuesos a su llegada a Inglaterra en 1066, y los sabuesos modernos descienden de ellos. Mientras tanto, en Bélgica, el monasterio de San Huberto seguía regalando al rey de Francia un par de sabuesos negros y fuego cada año. Incluso hoy, en las zonas francófonas de Europa, estos perros se conocen como sabuesos de San Huberto. Inicialmente, los sabuesos se utilizaban para rastrear ciervos y otras presas. Sin embargo, para el siglo XVI, también se utilizaban para rastrear personas. Hoy en día, los sabuesos ayudan en las fuerzas del orden, así como en las labores de búsqueda y rescate. Sus habilidades son tan valoradas que los rastros realizados por sabuesos de rastreo con experiencia son admisibles como prueba en los tribunales.