Tienen una cabeza ancha y orejas pequeñas y erguidas. Su cuerpo es compacto, sus patas son relativamente cortas y su cola es natural y la lleva alta. Los Cairn Terriers tienen una capa interna suave, pero es su capa externa, peluda e impermeable, la que les da una apariencia alegre. Vienen en varios colores, como negro, rojo, atigrado y plateado.

Los Cairn Terriers se consideran mascotas familiares inteligentes y leales que se adaptan a la mayoría de los entornos. Sin embargo, son verdaderos terriers y, por lo tanto, perros extremadamente activos. Algunos pueden ser propensos a ladrar excesivamente y otros pueden ser excavadores. Este no es un perro para quien busca un perro faldero tranquilo. Pueden ser agresivos con otros perros y mortales con mascotas pequeñas y roedores errantes. Por otro lado, los Cairn Terriers son una excelente opción para familias que buscan una mascota juguetona y alegre, siempre dispuesta a jugar a buscar algo o a dar un paseo rápido por el vecindario.

Los Cairn Terriers son perros activos que merecen la oportunidad de corretear y jugar, pero no necesitan mucho espacio para hacer el ejercicio necesario. Bastará con paseos con correa, sesiones de juego en casa o correr en un patio trasero cercado. Su pelaje muda poco y, aunque requiere cepillado y corte regulares, no es difícil de cuidar.

El Cairn Terrier es el perrito enérgico, valiente y devoto que la mayoría conocemos como Toto en "El Mago de Oz". Pero sus raíces se remontan a tiempos anteriores, y sus logros también son mucho mayores. El Cairn Terrier pudo haber existido ya en el siglo XVI, ayudando a controlar las alimañas en la Isla de Skye. Su especialidad era cazar presas, especialmente nutrias, de los montones de piedra conocidos como cairns. La raza está emparentada con los Scottish Terrier y los West Highland White Terrier, y se produjeron cruces con Westies en la década de 1920. Hoy en día, el Cairn Terrier es una excelente mascota familiar y un perro de exhibición.