Los machos miden aproximadamente 58 cm de alto y las hembras, aproximadamente 56 cm. Ambos pesan entre 20 y 27 kilogramos (45 y 60 libras). El dálmata es un perro elegante, de tamaño mediano, con un cuerpo estilizado y musculoso. La cola es bastante larga y presenta una ligera curva hacia arriba. El pelaje es corto y denso, con manchas marrones o negras sobre fondo blanco. El dálmata muda mucho pelo, a pesar de su corto pelaje. Se requiere un cepillado frecuente para controlar la muda. Los dálmatas viven entre 10 y 12 años.

Los dálmatas son perros muy enérgicos, juguetones y sensibles. Son leales a su familia y se llevan bien con los niños, aunque algunos expertos advierten que la raza puede ser demasiado enérgica para niños muy pequeños. Estos perros son inteligentes, se pueden entrenar bien y son buenos perros guardianes. Algunos dálmatas pueden ser reservados con los desconocidos y agresivos con otros perros; otros son tímidos si no se socializan bien, y otros pueden ser muy nerviosos. Estos perros son conocidos por tener una memoria excepcional y se dice que recuerdan cualquier maltrato durante años.

Los dálmatas se desarrollan con la compañía humana, y si se les deja solos demasiado tiempo, pueden volverse destructivos o hacer pucheros y mostrarse deprimidos. Este perro es ideal para quienes desean pasar tiempo con una mascota. Los dálmatas también necesitan mucho ejercicio para liberar energía excesiva. Probablemente no sean adecuados para vivir en apartamentos, a menos que la familia esté comprometida con largos paseos o carreras diarias. El dálmata se adapta mejor a vivir donde pueda retozar y correr. La raza ha sido objeto de popularidad pasajera debido a su exposición en películas. Con demasiada frecuencia, esto ha llevado a la sobrecría de ejemplares de baja calidad y a hogares no aptos para la raza. La raza también tiene una alta incidencia de sordera, lo que puede provocar problemas de comunicación. Demasiados dálmatas terminan en refugios porque no se comportan como los perros de las películas.