Al principio de su historia, se le cortaban las orejas, pero los criadores trabajaron con diligencia para crear una oreja erguida natural que ahora es parte integral de la expresión de este perro. Sus ojos son distintivos: pequeños, triangulares y profundos. Sus mandíbulas son fuertes. Como todas las razas de bull terrier, el Bull Terrier Miniatura posee una gran masa muscular. Mide entre 25 y 35 cm y pesa entre 10 y 15 kg (23 y 33 libras), lo que lo convierte en el tamaño perfecto tanto para acurrucarse como para jugar. Su pelaje denso es ideal para acariciar.

El Bull Terrier Miniatura tiene una personalidad juguetona, fuerte, vivaz y cómica. Este perro es devoto de su familia y amigable con los extraños, pero no adulador. El mini bull es un compañero tolerante y juguetón para un niño. El entrenamiento de obediencia suele ser una aventura. Esta raza encuentra humor en todo, especialmente en los esfuerzos de entrenamiento. Si el entrenamiento se convierte en un juego, se logra una mejor cooperación; de lo contrario, ¡el mini bull siempre ganará en una batalla de voluntades!

Quienes acogen a esta raza en sus hogares y corazones deben tener buen sentido del humor. El Bull Terrier Miniatura disfruta de los juegos. Su naturaleza inquisitiva y traviesa a menudo lo mete en problemas, pero siempre que tenga la oportunidad de ejercitar su mente y cuerpo a diario, el mini bull es un perro doméstico muy educado. Es un buen perro guardián y un perro de protección adecuado, a pesar de ser técnicamente demasiado pequeño para esa función. No es una raza que pueda vivir aislada al aire libre. El cuidado del pelaje se basa en lavar y usar.

Cuando las exposiciones caninas se pusieron de moda a finales del siglo XIX, el Bull Terrier fue despreciado. Su asociación con una clase social cuestionable y su falta de atractivo hicieron que los aficionados a las exposiciones caninas desconfiaran de la raza. En respuesta, algunos aficionados al Bull Terrier comenzaron a seleccionarlo por su apariencia cruzándolo con dálmatas y terriers ingleses blancos. Tuvieron tanto éxito que el Bull Terrier se convirtió en un elemento de moda para el hombre elegante. Los cruces posteriores con el Staffordshire Terrier recuperaron el color y una mayor variedad de tamaños. El interés por la versión miniatura de la raza ha crecido lentamente. Aunque los perros fueron reconocidos como raza en Inglaterra en 1939, no fue hasta 1991 que el American Kennel Club reconoció al Bull Terrier Miniatura. Aún poco común, conocer uno es amarlo, y esta es una raza que sin duda conquistará muchos corazones.