Un vizsla macho mide de 55 a 60 cm hasta los hombros; las hembras son más pequeñas, de 53 a 58 cm. Su cuerpo es musculoso y bien proporcionado. Los vizslas suelen madurar entre 1 y 2 años, aunque alcanzan su tamaño completo entre los 6 y los 8 meses. El pelaje del vizsla es corto, liso y denso, sin subpelo. Considerados "de fácil lavado", los vizslas requieren poco más que un cepillado rápido con un cepillo de goma. Su color es un óxido dorado sólido (también llamado rojizo).

Los vizslas son perros activos que requieren un alto nivel de actividad física, dado su historial de caza. No son buenos perros de perrera y prefieren estar con sus dueños. Son muy inteligentes y necesitan actividades que los mantengan ocupados para evitar comportamientos destructivos como morder y cavar.

Los vizslas necesitan mucha interacción con las personas. Toleran bien a otros perros y gatos si se socializan adecuadamente. Otras mascotas, como roedores, aves y reptiles, deben mantenerse alejadas de los vizslas. Debido a su ascendencia cazadora, son propensos a matar a estos animales. Los vizslas son buenos perros guardianes y generalmente no ladran excesivamente. Los perros bien socializados son amigables con los extraños, a menos que se sientan amenazados. Los vizslas pueden sufrir ansiedad por separación y miedo a ruidos fuertes como tormentas eléctricas. Los vizslas son ideales para dueños que buscan un perro de tamaño mediano y activo para cazar, hacer senderismo y otras actividades al aire libre. No se adaptan bien a quedarse solos por largos períodos. Los vizslas suelen vivir de 10 a 15 años.

El vizsla, o pointer húngaro, tiene una historia antigua. Perro de las tribus bárbaras magiares que invadieron Europa central durante la Edad Media, el vizsla cumplía la función de compañero y cazador para los guerreros magiares. Grabados de principios del siglo X muestran a un guerrero magiar y un perro parecido a un vizsla. La raza fue adoptada con entusiasmo por la nobleza húngara. El vizsla casi se extinguió después de la Primera Guerra Mundial, pero fue preservado por sus aficionados. En 1945, durante la Segunda Guerra Mundial, muchos húngaros huyeron de la ocupación rusa, llevándose consigo a sus vizslas. Los vizslas reaparecieron en la década de 1950 y la raza fue reconocida por el American Kennel Club en 1960. El vizsla es una raza deportiva activa. Es un excelente cazador de aves, además de compañero.